Se mantiene un clima tenso
tanto en Kos como en Diavata Tesalónica, donde las comunidades locales
continúan reaccionando fuertemente a la creación de centros de recepción de
refugiados.
En la isla de Kos graves incidentes se produjeron ayer al
mediodía durante las protestas contra la puesta en funcionamiento de un punto
de acceso en Pili.
Un grupo de
manifestantes intentó entrar en el lugar donde se realizan las obras de
construcción de un alojamiento para refugiados, pero fue rechazado por la
policía antidisturbios con gases lacrimógenos y sustancias químicas.
Los asistentes trataban de negociar con las fuerzas policiales que les
permitieran terminar la marcha hasta la puerta del cuartel “1348”, lo que no está
autorizado.
Los ánimos se exacerbaron y la
situación se fue de las manos. Mujeres y los niños rompieron momentáneamente el cordón policial,
pero recibieron una lluvia de gases lacrimógenos con el resultado de un niño de
9 años que tuvo que ser trasladado al hospital.
Además, muchas personas mayores
han sufrido problemas respiratorios.
Recordemos que el ayuntamiento
de la isla ha decidido por mayoría de votos la celebración de un referéndum sobre
la construcción de un centro en Kos. Mañana se espera tomar la decisión
sobre la forma en que van a ser llamados a votar los habitantes de la isla.
El aire huele a pólvora también
en Diavata, Tesalónica. Ayer al mediodía cerca de 200 vecinos
protestaron en las inmediaciones del cuartel Anagnostopoulou, donde está
previsto que se construya un centro de reubicación de refugiados.
Tras permanecer cuatro horas
frente a las barreras policiales, los residentes de Diavata se retiraron
advirtiendo que las protestas continuarán. Anteriormente se habían reunido
en la iglesia de Ag. Dimitrios, en el centro de la ciudad.
Se han producido también
incidentes durante el sábado, durante los cuales el alcalde de Delta, Mimis Fotopoulos,
fue abucheado por la multitud.
Aunque el
Sr. Fotópoulos, manifestó que las protestas se intensificarán e insistía en que
el cuartel Anagnostopoulou no es la solución, algunos vecinos no quedaron
convencidos y le asaltaron.
El Sr. Fotópoulos consiguió
salir de allí protegido por sus colaboradores y miembros de la asociación de
vecinos presentaron su dimisión condenando así el ataque verbal al alcalde.
